lunes, 28 de enero de 2013

Era mejor dormida, mas bonita callada, mas mujer cuando arrastraba mis dedos hasta acalambrarte la espalda muda, mas valiente escondiéndome de tus gritos consistentes, tus puños de aluvión, tu amor en moretones. Hubo un tiempo en que fui mejor que las putas, más roja que sus labios, más brava que sus piernas. Y ahora estoy perdida, no se donde estoy, menos donde tú, con los veinte sueños diarios y las lagañas deshaciéndose justo al caer en la frontera del llanto.

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