jueves, 27 de octubre de 2011

El choro es terrible choro y el pico vale pico!

Flaite feminista
Mi papá siempre me dice que yo soy un pajarito...
Llevo 23 años dándome vuelta, con una torticolis terrible buscándome las alas...

Yo se que el sabe y nunca me ha querido decir donde las tengo... cuando lo pillo leyendo la biblia siempre creo que quizas deba esperar hasta los 33 para aprender a usarlas...
Dímelo, dímelo, dímelo! ni siquiera se que quiero que me digas, pero tienes tanto que decirme, o era al revés?
porque siempre la espera me desarma entera...

Pobres letras, algún día se volverán asquerosamente suaves y te las pegare en todas las canciones que gastas antes de dormir. Junto con ellas ire yo, asi con la sonrisa livianita para que no despeinemos a Dios.
Y yo tanto que te soñé en Septiembre... y ahora es mejor que te me vayas con Octubre, con Noviembre y con ese Diciembre que termina siempre llevándoselo todo. Al final nunca entendí quien eras tu... nunca vas a saber quien era yo... Y tantas cosas que se quedaron en ese lápiz a punto de volverse solo tinta.
Nos queda bien ese calendario que agoniza en el suelo... esta arrugado, no se conoce y se retuerce con todos los días del año pegados a su centro.
Erase una vez dos sonrisas pegadas a una misma nada
Al final aparte de abrirlas para que mas te sirven mis piernas tan adoloridas ahora,
de que sirve hoy la sangre de estos labios tan mordidos,
a quien le importa que mis caras sean las mas calientes...

como se llaman esas cosas absurdas de adentro que no se tocan... son solo tripas...

Y yo que me desgastaba entera para que después me dijieras puta
Puta, puta!

Y puta que me pesa hoy esta cara de estupidez mezclada con tu nada disfrazada de puta.
 

miércoles, 26 de octubre de 2011

domingo, 23 de octubre de 2011

Hace tanto que no me reconozco en el espejo que ya que importa detenerse frente a el.
Y antes hasta los malditos retrovisores temblaban al estacionarme.
Un sueño inducido le había hecho olvidar tanto,
tantas cosas... entre ellas soñar...

El aroma a hospital, una esencia pestilente, unas cuantas caras tontas
y un color verde impregnado en el único punto vivo del cerebro
Un silencio, dos, tres, seis...las baldosas heladas metiéndose entre los pies,
un recorrido por las calles nocturnas
un caminar equilibrandose por los limites de la vereda como cuando niño,
pegado a su sombra que quizás recordaba ecos de un recuerdo.

El barrio en que las casas no parecen casas, las puertas que no parecen puertas y los esqueletos de cemento dibujados como montañas, gigantes, pegadas y gastadas,
las lagañas del callejón sin salida, los ecos titánicos de esos escudos rocosos,
la ventana entreabierta por ser viernes,
los dedos transitando la persiana como si fuera el mapa de ese cuerpo, de esos ojos verdes
y mas atrás ella, o la imagen de ella sostenida por la cama y el pijama de piel.

Le toca los labios y advierte esas luciérnagas que no logra ver,
un aire tibio desconocido emana de su boca y sin embargo... el ya ha olvidado lo que es dormir...
revive pedazos, pero es inútil, en su cabeza ella muere...

Un hombre o la imagen de un hombre a las cuatro y treinta y cuatro de la mañana que en un pestañeo recuerda correr, y lo unico que recuerda es correr sin saber porque.

Son las cinco y ella despierta para su rezo matutino de las cinco y cinco
la figura extenuada evoca que hace seis años espera a un hombre que duerme...

Tirada en el piso, las rodillas juntas, un cabezazo, un mareo por tanta agua afuera, trece torres de clonazepan
unas manchitas de sangre en el vientre...
Un llanto diluido hasta el infinito,
un coma artificial...

jueves, 6 de octubre de 2011

Me acuerdo de mi cuando me miro al espejo
Agachar la cabeza era decirnos que no sabíamos donde ir,
yo te veía y me reía, me reía de lo estúpidos que parecíamos.... a mi ya se me repetían las preguntas y tu, tu apenas hablabas....

Así tan imbéciles caminando, cada cual esperando algo.... quizás besos, tal vez algo de amor crudo, sin cocinar, sin aliñar, sin masticar.

Y por las calles no había necesidad de frió ni calor,
tu no me conocías, yo tampoco....

Teníamos fantasmas pegados a la sombra, consumidos por la distancia que en algunas cuadras se detenía a saludarnos.

 A veces me dabas un beso que por dentro era desabrido y yo lo acariciaba aunque por dentro me diera rabia haber creído algún día inventarnos.... porque igual nos confundíamos....

Caminábamos, actuábamos, nos queríamos.... doblábamos en la misma esquina siempre y otra vez nos transformábamos en esos mismos afiches gastados pegados a la Alameda. Nos incrustábamos ahí hasta volver a perdernos.

miércoles, 5 de octubre de 2011

Con el cañon en la sien como no vas a atravezar.... esa puerta

Porque tiemblo ante mi rostro?.... me tiritan los ojos, se agrandan las pupilas, se vacían mis dos lunas y giran.... rapido entremedio de los párpados como asustados, como si algo les advirtiera escapar....

Alguna mañana, algunas.... he chocado, me he golpeado por mirarme y no encontrarme....
Y grito, no me oyo y es que no soy yo, me desespero....Y es que yo, yo.... que es esa palabra, que son las palabras.... no soy yo y alguien o algo me enajena, los labios partidos, los brazos enmoretonados, la sonrisa desperfecta, el peinado desaliñado y la mancha bajo el ombligo.

Aún, aun estoy atrapada en la foto de tu pieza y lo se, se el minuto exacto en que la buscas porque cada vez que la miras yo me pongo a llorar.... y no se porque he gemido tanto ultimamente.... que me seco, me seco y mi sangre toca el suelo.... es tan roja, tan parecida al vino, tan espesa y su olor tan dulce, tan a piel desgarrada.... y aullo porque no dejas de mirarme.... Una dictadura de miradas que me persigue para detenerme y desaparecerme.

Y cada vez que planeo entrar a tu pieza en busca de la foto me desarmo, y es que me miro
me voy dando latigazos en esas paredes que un día nos acariciaron, iba con cautela, cuidadosa como aquellos años en que me sacaste aquella foto....
iba siempre con los ojos cerrados, pero esa noche cometí el error....

Te vi, tirado en la cama, la boca abajo, los brazos deshuesados....descuartizado como gallina,
y tus ojos, esos ojitos chinitos se fundían con los gusanos....
Y me desmaye del llanto, mis ojos se salieron, explotaron, al fin huyeron....

Y es que ahí estabas, con tu pecho en la cama sudorosa, enmarañada,
con lo que te quedaba de cara aplastando mi foto....