miércoles, 4 de enero de 2012

Estoy de vacaciones. Pensé que las crisis no se iban por tanta noche sin dormir de tantos trabajos atrasados... Pero no, ellas siguen aquí... siguen aquí ya no como tinta de los libros, sino como las moscas y las hormigas veraniegas en busca de sangre dulce, dulce como los membrillos machacados en el delantal del colegio...

Como poco, me masturbo demasiado, la veo mas seguido y no me acuerdo ya de ti, sino de ustedes y mi cara de estúpida felicidad...

No he podido ejercer mi magister en llorar porque ya no me sale (y yo que era la mejor). No sé porque este verano me ha traido nuevas formas de liberar a las malditas carnivoras. Cada vez se vuelven más exigentes las putas esas... será por el calor, por los incendios, por las marchas estudiantiles esas, será porque me siento sola y quiero tenerte pero sin ti...

La verdad es que nunca les hizo efecto la melisa, menos les basta con el diazepan... y ahora han trepado, las he sentido saliendoseme por el brazo, escalando por mi senos y lo más terrible son sus espinas esas... tan verdes extirpan la garganta, quieren que vomite, quieren extinguirse en un orgasmo, en dos, tres, cuatromil...

(A veces alguien me extraña, a veces quiero besar
a veces me acuerdo que mi papá se muere en un hospital mientras hace que una parte de mi igual muera...)...

A veces las disuelvo,
A veces me disuelven,
A veces nos disolvemos en un vaso de agua con azúcar así como la guagua del Millalobo y la Huenchula en Caicai...

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